viernes, 23 de abril de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
SANTO SEPULCRO
El centro más sagrado del Cristianismo es el Santo Sepulcro llamado también Gólgota (en arameo, Golgotha, 'calavera') es el sitio donde se produjo la crucifixión, enterramiento y resurrección de Cristo. El lugar está ubicado dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la cual a su vez se ubica en la línea de confluencia entre la Jerusalén oriental (Árabe) y occidental (Judía). A la basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, también se la conoce como la Basílica de la Resurrección o de la Anástasis (en griego, 'Resurrección'). Esta basílica ha sido un importante centro de peregrinación desde el siglo IV.
El área del Santo Sepulcro comprende tres partes fundamentales: a) La piedra de la unción; b) Gólgota o Calvario, lugar exacto de la Crucifixión de Jesucristo; el Santo Sepulcro. También alberga diversas capillas e iglesias, entre las cuales se destaca la Basílica de Santa Elena, Coro de los Griegos y la Iglesia de los franciscanos, custodios de Tierra Santa. El lugar hace referencia histórica a la sepultura de Jesús en una época comprendida entre el año 30 y 33.
El significado religioso dado al Santo Sepulcro dentro del cristianismo es bastante intenso, pues se trata de la primera iglesia y centro de culto de toda la cristiandad. Más que conmemorar un sepulcro, el sitio adquiere su enorme significado cristiano por el hecho de la resurrección tal como es argumentada por las diferentes iglesias cristianas y sus libros sagrados, en especial los Evangelios. Por esta razón, el sitio concreto de la sepultura, una capilla en medio de la llamada «Rotonda» al frente del Coro de los Griegos, es conocida también como la anástasis (en griego 'resurrección').
Según los evangelios, antes de la muerte de Jesús el sitio era una tumba ya habilitada como tal, pero no utilizada todavía, propiedad de un rico judío seguidor de Cristo llamado José de Arimatea. Se trataría de un hueco horadado en la roca, que podía taparse con una gran piedra reservada al efecto para que rodara o se deslizara hasta la puerta del nicho.
Constantino el Grande fue el primer emperador romano que adoptó el cristianismo; convirtiéndolo en la religión oficial del Imperio Romano. Constantino comenzó su carrera de gobernante en la región occidental del imperio romano (306) después de derrotar a sus tres co-regentes y emergió en el año 324 como empe-rador único, manteniendo el poder indiscutido hasta su muerte en el año 337. Hizo de Bizancio su capital, la reconstruyó y le cambió el nombre por Constantinopla.
En el año 326, envuelto en una controversia cristiana y eclesiástica, llamó a una reunión de obispos de todo el imperio, incluyendo a Macario, obispo de Aelia Capitolina, como se llamaba aún a Jerusalén. La madre del emperador, la reina Helena, que se había convertido al cristianismo, quedó muy impresionada con el relato del obispo acerca del lamentable abandono en que se encontraban los lugares consagrados por la vida y muerte de Jesús y, con la bendición, autoridad y fondos de su hijo, partió a visitar la Tierra Santa.
En Jerusalén identificó el lugar de la crucifixión (la roca que se supone que es el Gólgota) y la tumba en su cercanía conocida como Anastasis (resurrección en griego). El emperador decidió construir un santuario apropiado en el lugar -la magnífica Iglesia del Santo Sepulcro-, descrita en detalle por Eusebio, un historiador y biógrafo de la época.
El estudio y las excavaciones fueron llevados a cabo por V. Corbo, Ch. Coüasnon, M. Broshi y otros, en nombre de las comunidades cristianas que controlan la mayor parte del Santo Sepulcro: la católica romana, la ortodoxa griega y la ortodoxa armenia.
La iglesia fue destruida por los persas en el año 614 y poco tiempo después fue reconstruida parcialmente; en el año 1010 fue destruida por el Califa Hakim de Egipto y reconstruida en 1048 por el emperador bizantino Constantino Monómaco; en 1144 los cruzados reconstruyeron toda la iglesia, la colocaron bajo un solo techo e hicieron muchas alteraciones y adiciones. Durante los siglos siguientes la iglesia no fue reparada.
En la década del 60, como parte de la restauración propuesta de la Iglesia del Santo Sepulcro, se llevó a cabo un comprehensivo estudio, incluyendo excavaciones debajo de los cimientos de la iglesia actual, que en gran medida sigue el plan de la iglesia cruzada.
En base a las fuentes escritas, evidencias arquitectónicas y descubrimientos realizados durante el estudio, fue reconstruido el plano del gran complejo de la iglesia original. Estaba compuestos por cuatro elementos diferentes: La entrada desde la calle principal -el Cardo- (hoy en día la principal calle del mercado de la Ciudad Vieja), que conducía al patio (el atrio oriental); de allí a la basílica (el martyrion); a un atrio interior (el Santo Jardín); y al edificio más occidental, la rotonda (el anastasis) con el sepulcro.
El patio actual, fuera de la actual Iglesia del Santo Sepulcro, está sostenido parcialmente por una gran cisterna abovedada. El muro septentrional de esta cisterna es muy impresionante, formado por grandes bloques con bordes decorados, que aún se elevan a varios metros de altura. Se ha sugerido que este antiguo muro sirvió de muro de contención de la plataforma elevada (podio) que Adriano construyó en el siglo II. Esto parecería apoyar la afirmación de Eusebio acerca de que el Templo de Venus, que Adriano construyó en el sitio de la tumba de Jesús, se encontraba aquí antes de ser construida la iglesia original.
La basílica: durante las excavaciones quedó expuesta debajo del catholicon una antigua mampostería del período cruzado. Esto posibilitó la reconstrucción del diseño original de la basílica del siglo IV. La posición de las dos hileras centrales de columnas en la basílica (de las cuatro hileras) puede ser determinada por los restos de sus cimientos, que pueden ser vistos a lo largo de los lados norte y sur de la capilla de Santa Helena. En un pequeño espacio subterráneo al norte de esta capilla, fue excavado un sólido muro de los fundamentos de la antigua basílica. En una gran piedra pulida que fue incorporada en este muro, un peregrino a la iglesia original dejó un dibujo de un barco mercante y una inscripción en latín: "O Dios, iremos". Debajo del ábside del actual catholicon, se descubrió parte del ábside que marcaba el extremo occidental de la iglesia original. Eusebio describió este ábside rodeado por doce columnas que simbolizaban a los doce apóstoles.
La rotonda y el sepulcro: El elemento más importante de este complejo es la rotonda que contiene el sepulcro mismo. El sepulcro se encuentra sobre una elaborada estructura dentro de la rotonda, rodeado por columnas que sostienen un ornamentado techo en forma de cúpula. Algunos restos de mampostería fueron puestos a la luz debajo del piso y alrededor del perímetro de la rotonda. En cada lugar en que se excavó el lecho de la roca, había indicaciones de un trabajo de cantera en períodos antiguos. La operación de cantera hizo bajar el nivel del piso alrededor del sepulcro, por lo cual éste se encuentra por encima de su entorno. Un estudio arquitectónico del muro exterior de la rotonda - 35 mts de diámetro y algunas secciones conservadas a una altura de 10 m. -demuestra que éste mantiene su forma original, del siglo IV. El sepulcro en sí está rodeado por un ruedo de doce columnas - grupos de tres columnas entre cuatro pares de pilas cuadradas. Es posible que las columnas de la rotonda del siglo IV fueron removidas de su ubicación original en la fachada del templo romano. La renovación de las pilas indicó que las columnas eran originalmente mucho más altas, y que los cruzados las cortaron por la mitad para usarlas en la rotonda del siglo XII.
La renovación de la Iglesia del Santo Sepulcro está aún en proceso, pero después de generaciones de aban-dono, el edificio ha recobrado gran parte de su antigua solemnidad. El estudio y las excavaciones fueron llevados a cabo por V. Corbo, Ch. Coüasnon, M. Broshi y otros, en nombre de las comunidades cristianas que controlan la mayor parte del Santo Sepulcro: la católica romana, la ortodoxa griega y la ortodoxa armenia.
SANTUARIO DE LA FLAGELACION
La iglesia de la Flagelación fue construida por los cruzados en el siglo XII y seguidamente abandonada durante siglos. En el año 1838 fue adquirida por los franciscanos y restaurada, reabierta al culto gracias a la generosa ayuda de Maximiliano de Baviera, según se afirma en una lápida de su fachada. El santuario del Litóstros o de la Condenación fue construido en el año 1904 por Fr. Wendelin Hinterkreuser sobre las ruinas de una iglesia medieval descubierta algunos años antes. No se conoce el título de la antigua iglesia. La nueva recibió el nombre de Litóstrotos como consecuencia de las grandes losas estriadas que se prolongan también en el contiguo santuario del Ecce Homo, considerado también como parte del Litóstrotos en el cual Pilato tenía su sede cuando juzgó a Jesús y desde donde salió camino del Calvario.El arquitecto Barluzzi la restauró en el año 1929 manteniendo el estilo medieval. Son interesantes las vidrieras de A. Cambellotti que representan el juicio de Pilato, la Flagelación de Jesús y la liberación de Barrabás. Un cuadro en un muro lateral representa la prisión de San Pablo en la torre Antonia. (M.Barberis).
La tradición cristiana recuerda en este lugar dos momentos de la Pasión del Señor: la flagelación y la condena a muerte. Los dos santuarios se encuentran junto al convento franciscano, sede del Estudio Bíblico Franciscano. En el pavimento de la iglesia del Litóstrotos se conservan algunas piedras estriadas La imposición de la cruz sobre los hombros de Jesús se recuerda en los muros exteriores de la iglesia del Litóstrotos que es donde comienza la segunda estación del Via Crucis.
El Litóstrotos y la casa o pretorio de Pilato donde el Señor fue juzgado se encontraba abandonada en el s.IV, según testimonio del Peregrino anónimo de Burdeos y Cirilo de Jerusalén. En el s. V se construyó una iglesia que encontramos más tarde con el título de Sta. Sofía (Sabiduría en griego) porque “el primero de los amigos de la Sabiduría escuchó allí la propia condenación” (Sofronio de Jerusalén, S.VII). A continuación no se supo más de ella y el recuerdo del Litóstrotos se fijó en primer lugar en el Monte Sión y, en el siglo XII, junto a la torre Antonia, la fortaleza que en tiempo de Cristo dominaba la explanada del templo en su parte norte.
DOMINUS FLEVIT
CENACULO
De la época en que era un templo islámico queda aún la mikhrab, el nicho que indica la dirección hacia La Meca.
Posteriormente, el edificio se volvió propiedad de una familia árabe hasta que en 1967 fue incautado por el Ministerio del Culto israelí. Actualmente es sede de una escuela judía y una sinagoga.
El Cenáculo es el lugar de la institución del sacerdocio ordenado y de los sacramentos de la Eucaristía y de la Penitencia. La palabra latina "Coenaculum" indica el lugar donde se cena, pero en general designaba el piso superior que servía de hospedaje, y donde hoy se encuentra la capilla.
La tradición cristiana sobre la autenticidad del Cenáculo es muy antigua y se remonta a finales del siglo III. En el recinto también hay una antigua capilla dedicada al recuerdo del Lavatorio de los pies. A través del claustro del convento franciscano de 1335 se accede al Museo de la Shoah, en recuerdo de las víctimas de los campos de exterminio nazi.
SAN PEDRO IN GALLICANTU
Esta iglesia Católica, construida por los Asuncionistas en la tercera década del siglo XX, se encuentra en la ladera oriental del monte Sión; está situada en el lugar en el cual se identificaron los restos de la casa del sumo sacerdote Caifas. Después de haber caído prisionero, Jesús es llevado al palacio de Caifas y es negado tres veces por San Pedro antes de que cantara el gallo.
BETHESDA
Muy cerca se encuentra la bellísima Iglesia de Santa Ana del siglo 12, erigida sobre el tradicional sitio donde nació Sta. Ana, la Madre de la Virgen María, y al inicio de la Via Dolorosa se encuentra la Iglesia del Santuario de la Flagelación y de la Condena.
martes, 20 de abril de 2010
VIA DOLOROSA
El itinerario tradicional empieza justo dentro de la Puerta de los Leones (Puerta de San Esteban), cerca de la localización de la antigua Fortaleza Antonia, dirigiéndose hacia el Oeste a través de la ciudad antigua hacia la Iglesia del Santo Sepulcro. Este itinerario está basado en la procesión organizada por los Franciscanos en el siglo XIV.
Mientras las señalizaciones de las denominaciones del resto de las diferentes calles hierosolimitanas son traducidas a inglés, hebreo y árabe, el nombre VIA DOLOROSA es utilizado en los tres idiomas.
Una procesión bizantina el Miércoles Santo empezaba desde lo alto del Monte de los Olivos, deteniéndose en Getsemaní, entrando en la Ciudad Vieja a través de la Puerta de los Leones y proseguía aproximadamente por la actual Vía Dolorosa hasta la Iglesia del santo sepulcro.
Alrededor del siglo VIII, algunas estaciones eran hechas siguiendo un camino que atravesaba el sur de la ciudad vieja, a la casa de Caifás en el Monte Sion, hacia el Pretorio, prosiguiendo luego hacia la Iglesia del Santo Sepulcro.
lunes, 19 de abril de 2010
CESAREA DEL MAR (CESAREA MARITIMA)
En los Hechos de los Apóstoles se encuentran abundantes pasajes relacionados con Cesarea. En ella vivía el centurión Cornelio «religioso y temeroso de Dios», y aquí se le apareció un ángel en una visión, diciéndole: «Despacha hombres a Jope y haz venir a un tal Simón, que se apellida Pedro». También en dicha ciudad tuvo lugar el encuentro de San Pedro y Cornelio que marca un hito importantísimo en el cristianismo, con la accesión de los gentiles a la fe. La Iglesia aún tenía hondas raíces judías y el hecho de que Pedro comía en compañía de los gentiles provoca las primeras dificultades internas del cristianismo. Pero, a partir de aquí, las rutas de la Iglesia quedan diáfanas y comenzarán a extenderse por todo el mundo. También la vida de S. Pablo está ligada en parte a Cesarea.
Bajo Alejandro Severo ganó el título de metropolis provinciae Syriae Palaestinae. El obispo San Panfilio dotó a la ciudad de la más rica biblioteca de Oriente después de Alejandría. Allí vivió el obispo Eusebio, padre de la historiografía eclesiástica y también Procopio, historiador de Justiniano. En el a. 639 cesó la larga dominación romana al ser conquistada por los árabes. Bajo la égida musulmana tuvo un periodo de prosperidad como centro internacional de comercio y de comunicaciones marítimas. Sin embargo, en el 1101, cuando fue conquistada por los cruzados, éstos la encontraron en estado miserable. Más tarde, conoció alternativamente la dominación musulmana y la cristiana. San Luis, rey de Francia, la fortificó, dotándola de las murallas que aún se conservan y comenzó la edificación de la catedral, pero pocos años después parte de la ciudad fue destruida comenzando así su decadencia final.
En los últimos años han trabajado varias misiones arqueológicas, dejando al descubierto las imponentes murallas de los cruzados y el teatro romano de la época herodiana. En un bloque de piedra ha aparecido una inscripción en la que se lee: «...Pontivs Pilatvs, Praejectvs Ivdaeae»; hasta ahora sólo se tenía constancia de la presencia y funciones de Poncio Pilato en tiempo de Cristo por las fuentes literarias; ahora existe ya constancia epigráfica. En un trozo de mármol gris se lee en hebreo el nombre de Nazaret; es la mención más antigua de esta ciudad en esa lengua.
MAR DE GALILEA O LAGO TIBERIADES
HAIFA
Es el principal puerto de Israel en el Mediterráneo. Haifa es capital del distrito homónimo, con una superficie de 854 km2, uno de los seis distritos que forman Israel.
Haifa es mencionada por vez primera en los textos escritos (incluyendo el Talmud) en el siglo III a.C., como una pequeña aldea cercana a Shikmona, la población principal de la zona en aquel tiempo. Tras conocer la dominación seléucida, macabea y romana, fue controlada por los bizantinos tras la escisión del Imperio romano. Fue conquistada varias veces por los persas sasánidas antes de ser sometida por la expansión árabe.
En el año 1100 fue ocupada por las fuerzas cruzadas, tras una violenta batalla contra la población judía. Formó parte del Principado de Galilea, perteneciente al Reino de Jerusalén, hasta su conquista por el sultán mameluco de Egipto, Saladino, en 1265. tras la cual fue prácticamente abandonada hasta el siglo XVII.
En 1761, el gobernador beduino de Acre. Daher el-Omar, arrasó la antigua población, para reconstruirla y dotarla de una muralla. Este evento ha sido señalado como el principio de la era moderna de la ciudad. Tras la muerte de el-Omar en1775. la ciudad permaneció bajo la dominación otomana hasta 1918, con la conquista de la zona por el ejército británico durante la Primera Guerra Mundial. Durante ese lapso de tiempo permaneció bajo control otomano excepto por dos cortos periodos: en el año 1799, en que es conquistada por Napoleón en su fallido intento de someter Palestina y Siria, perdiéndola ese mismo año; y entre 1831 y 1840, durante el cual la ciudad estuvo bajo el control del virrey egipcio Mehmet Alí, después de haber sido conquistada por su hijo Ibrahim Pasha.
Debido a ser el principal puerto del Mandato Británico de Palestina, Haifa fue objetivo principal durante la guerra árabe-israelí de 1948 y escenario de violentos enfrentamientos entre ambos bandos, apostados en torno al Monte Carmelo. Fue capturada por las fuerzas israelíes el 23 de abril de 1948, por fuerzas de la Brigada Israelí del Carmelo, produciéndose el éxodo masivo de su población árabe (unos 60.000 habitantes) hacia el Líbano principalmente.
BETANIA
Betania es una pequeña población distante unos 2,5 km al este de Jerusalén, en el camino hacia Jericó en la falda oriental del Monte de los Olivos. Allí una familia amiga siempre tenía dispuesto un sitio para Él y los suyos. Narra el Evangelio que había un hombre en la población de Betania, llamado Lázaro, que estaba muy enfermo de lepra. Jesús en esos días llegó al lugar donde estaba este hombre. El hombre había muerto, y ya llevaba cuatro días en el sepulcro cuando Jesús se dirigió hasta allí con los apóstoles que le acompañaban. Marta la hermana de Lázaro, salió al camino para encontrarse con Jesús y le dijo: “Si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto, pero creo en ti. Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará” “Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá”. Al llegar al sepulcro Jesús dijo: “Lázaro, levántate y anda” y el muerto se levantó y salió. Lo que acababa de hacer Jesús se difundió rápidamente y llegó a oídos de los fariseos quienes decidieron apresarlo y darle muerte
La ascensión de Jesús ocurrió no lejos de esta aldea. El lugar se llama ahora al-Azarîyeh en honor a Lázaro (resurrección).
JERICO
Estudios arqueológicos han hallado murallas de la ciudad que habían caído y sobre las cuales una vez hubo casas. También se hallaron evidencias de que la destrucción había sobrevenido súbitamente y que la ciudad fue sistemáticamente quemada después de que cayeron las murallas.
Al parecer toda la ciudad de ese período histórico (y partes de los restos de niveles anteriores) fue destruida por la erosión. Las estructuras de ladrillos deleznables hechos de barro no fueron preservadas por construcciones posteriores, porque Jericó permaneció deshabitado durante siglos después de los días de Josué
Sin embargo, la única casa encontrada y piezas de alfarería halladas en un cementerio fuera de la ciudad, revelan que Jericó estaba habitado en el siglo XIV AC.
Cuenta el evangelio de San Mateo que Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto de esta zona para ser tentado por el demonio y así cumplir la última etapa de su preparación para el ministerio de su vida pública. Fue ésta prueba de intenso retiro, en la que el Señor brindó una prueba paradigmática de su firme determinación de no alejarse lo más mínimo de la trayectoria apostólica que le había sido trazada por el Padre. Jesús se reveló en el desierto como el modelo supremo de consagración y de fidelidad al Padre, como el ser obediente por excelencia que supera las tentaciones diabólicas para dar ejemplo de fidelidad y abrir un camino de luz para toda la humanidad.