Parque de Villa de Este, Carl Blechen, 1830. El jardín lleno de maleza atraía la imaginación romántica; actualmente esta misma vista está de nuevo cuidada.
Fue encargada por el cardenal Hipólito II de Este (1509-1572), hijo de Alfonso I de Este y Lucrecia Borgia, y nieto del papa Alejandro VI. Había sido nombrado gobernador de Tívoli por el papa Julio III, con el regalo de la villa preexistente, la cual reconstruyó por completo siguiendo los diseños de Pirro Ligorio, bajo la dirección del arquitecto e ingeniero ferrarés Alberto Galvani, que solía trabajar muy a menudo con la familia Este. El pintor jefe de la ambiciosa decoración interior fue Livio Agresti de Forlì. Desde 1550 hasta su muerte en 1572, cuando la villa estaba casi acabada, el cardenal de Este creó un edificio palaciego rodeado de unos espléndidos jardines aterrazados en un estilo manierista propio de la última etapa del renacimiento, que se aprovechó plenamente de la espectacular ladera pero que requirió innovaciones para traer agua suficiente para abastecer todas las fuentes, cascadas y juegos de agua que decoran los jardines. El resultado es una de una serie de grandes villas del siglo XVI con estructuras de juegos de agua en las colinas que rodean la Campiña romana, como la Villa Lante, la Villa Farnesio en Caprarola y las Villas Aldobrandini y Torlonia en Frascati. Su planeamiento del jardín y sus rasgos acuáticos se imitaron a lo largo de los dos siglos siguientes desde Portugal hasta Polonia.
Acogiendo la inspiración (y muchas estatuas y gran parte del mármol usado en la construcción) de la cercana Villa Adriana, el palaciego retiro del emperador Adriano, y reviviendo técnicas romanas de ingeniería hidráulica para proporcionar agua a una serie de fuentes sin precedentes, el cardenal creó un elaborado jardín de fantasía cuya mezcla de elementos arquitectónicos y juegos de agua tuvieron una enorme influencia en el diseño de paisajes europeo.
Acogiendo la inspiración (y muchas estatuas y gran parte del mármol usado en la construcción) de la cercana Villa Adriana, el palaciego retiro del emperador Adriano, y reviviendo técnicas romanas de ingeniería hidráulica para proporcionar agua a una serie de fuentes sin precedentes, el cardenal creó un elaborado jardín de fantasía cuya mezcla de elementos arquitectónicos y juegos de agua tuvieron una enorme influencia en el diseño de paisajes europeo.
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